El 10 de Octubre, sobre las 2 de la tarde, puse camino hacia Granada. Allí había quedado con Maite y Javier. A las cuatro de la tarde quedamos allí para recorrer las calles y callejuelas de la hermosa y espectacular Granada.

En concreto, el paseo se centro en la zona más carismática y conocida de la ciudad, La Alhambra y sus alrededores ya que, allí fue donde pasaron parte de su vida entre libros, universidad y paseos por sus bellas callejuelas.

Para mí, como fotógrafo de bodas, era importante captar la esencia de aquellos paseos que hacían en la intimidad pero a su vez, debía intentar aportar ese punto más personal que le hicieron decantarse por mi trabajo el día que me contrataron para realizar las fotografías de su boda en Córdoba.

Para cualquier fotógrafo de bodas, o de cualquier otra rama profesional, la ciudad de Granada y sobre todo la zona de la Alhambra y el Albaicín, es un escenario idílico para disfrutar del trabajo de registrar momentos, monumentos, historia, amor... pero lo complicado es buscar una manera de inmortalizar ese lugar sin caer en el tipismo o en la referencia de imágenes ya existentes.

Para mí era un reto porque, a pesar de haber estado en esa ciudad varias veces, nunca lo había hecho de manera profesional, ya que mis viajes han sido por ocio personal. Aunque también hay que decir que era muy importante la luz y la afluencia de personas que había ese día debido al puente festivo de ese fin de semana.

Paseamos, descubrimos lugares hasta el momento desconocidos por los turistas lo que nos aportó un punto de vista diferente de un lugar tan conocido como es la zona de la Alhambra.

Enamorado de las calles del Albaicín, deslumbrado por la espectacularidad de los alrededores de la Alhambra y ante todo, enamorado de esta pareja con la que he disfrutado cada paso dado para realizar este reportaje fotográfico.

Estas imágenes son del Palacio de Carlos V, que aunque muy concurrido, conseguimos realizar imágenes de ellos sin gente alrededor. Esto ha sido mi gran reto este día, conseguir que la gente no fuera más importante que los novios en las imágenes.

Las callejas que forman el zoco ha sido una de las zonas más coloridas de nuestro paseo. Sus tiendas y comercios nos daban alegría a esos paseos por la historia.

Nuestro recorrido finalizó en la Catedral de Granada. Allí, dimos por concluída la sesión de post boda de esta bella pareja, tanto por fuera como por dentro, y tras ello, nuestra vuelta a Córdoba se hizo muy gratificante por haber podido disfrutar de estos novios en una ciudad tan idónea para una boda, una post boda o un simple paseo individual.

Gracias por vuestra amabilidad pareja.