Diciembre siempre me ha parecido un mes especial. Son muchas emociones las que me unen a este mes en particular, pero la más especial era mis viajes al País Vasco a pasar la nochebuena con mi familia paterna.
Sin embargo, hay más aspectos que hacen que sea un mes diferente, como la boda de Lola y José Luís. Esta guapa pareja se presentó una tarde en mi estudio para decirme que contaban conmigo para realizar el reportaje fotográfico de su boda.
Eran las 5:30 horas de la mañana y tanto yo, como su fotógrafo de boda, como mi hermana, encargada de realizar el video, empezamos a arrancar los motores para estar a las seis y media en el Hotel Soho Boutique Capuchinos de Córdoba. Un hotel de nueva construcción cuya ubicación concede al visitante el privilegio de tener a su espalda la plaza de Capuchinos, luegar donde se encuentra El Cristo de los Faroles.
A las seis y media ya estaba José Luís esperándonos con un cafetito recien hecho y los ojos aún un pelín cerrados, jajajajaja.
Mientras tanto, a escasos 200 metros, Lolilla estaba alojada, junto a su madre, en la suite del hotel Hospes Palacio del Bailío. Este hotel boutique me tiene enamorado desde la primera vez que lo ví. Me atrevería a decir, que este hotel es el sueño de cualquier fotógrafo de bodas por su elegancia y buen gusto.
Puestos en antesala, el día continuaba y el siguiente punto de encuentro sería la iglesia de San Agustín, obra magistral de la etapa fernandina. Otra ubicación que se nos hace apetitosa a todos los fotógrafos de boda de Córdoba.
La celebración se llevó a cabo en la bodega del brillante donde ya dieron todo de sí mismos hasta altas horas de la noche.
Como fotógrafo de bodas, encontrarme parejas como Lola y José Luís es un aliciente extra por el que amar mi trabajo. Son divertidos, amables, alegres... contagiando esas sensaciones a todos sus invitados.
Después de un dia tan especial, volvimos a vernos a finales de enero para realizar el reportaje de post boda. Nuestro destino, Cádiz, nuestro objetivo, disfrutar de la ciudad y de su playa al compás de la cámara fotográfica.
Aprovechamos sus calles empedradas, su catedral, la playa de la caleta... pero ante todo, disfrutamos un fin de semana entre amigos.
Gracias pareja por confiar en mi trabajo. Ser vuestro fotógrafo de boda ha sido un orgullo.